Mis colecciones se han inspirado en sensaciones, impactos, olores…, y en esta ocasión fue la “sensación” de volar en un pequeño Ultraligero, la que me hizo sentirme tan grande, viendo el mundo a mis pies. ¿Porque no?, las pieles también vuelan y así logre unificar los aviones del Campo de vuelo de mi hermano con una colección viva, repleta de luz y color.
Al final de este laberinto.
Nubes de algodón, senderos que ya no existen.
Puedo ver y recuerdo destellos de luces.
¿Son formas acaso de una realidad?